Sensaciones al pensarte

Cuando te pienso mi mente se relaja, mi cuerpo se enternece, mis miedos desaparecen y descubro nuevas emociones. Inmediatamente viene consigo un mar de sentimientos que me provocan una increíble sensación de bienestar.

Es entonces cuando en los rincones más recónditos de mi subconsciente observo tus ojos detenidamente y alcanzo a divisar la sombra de tu alma, porque tu mirada es transparente, sincera, libre y penetrante. Es un espejo de emociones encontradas que pierden su rumbo hasta encontrar la simetría perfecta producto de la percepción de mi imagen.

Pero aun no estoy satisfecha hasta que percibo tu presencia, te contemplo detenidamente, es ahí que ese mar de sentimientos se transforma en mi libre existencia.

Contigo aprendí a amar

Contigo aprendí a soñar, al observarme caminar de tu mano en un mundo exento de maldad.

Contigo aprendí a olvidar, al volver a empezar y ver en mi corazón las heridas cicatrizarme.

Contigo aprendí a disfrutar, al sentir plácidamente el tenue roce de la brisa de tus palabras acariciando mis oídos en una simple mañana que se torna hermosa al besarte.

Contigo aprendí a entender, que la generosidad de tu gran corazón es invaluable.

Contigo aprendí a recordar los más bellos momentos, al conservar una rosa que se marchitó cuando no estabas a mi lado y que tuvo vida cuanto tú me la regalaste.

Contigo aprendí a querer, al conmoverme con el brillo que reflejan tus ojos al mirarme.

Contigo aprendí a volar, al saborear el calor sensual de tus labios en mis labios en un beso apasionado.

Contigo aprendí a adorar, al palpar la dulzura que oculta tu sonrisa al imaginarme.

Contigo aprendí a sentir, al derramar lágrimas de felicidad al saber que te pertenezco.

Contigo aprendí a reír, al escuchar la armonía musical de tus sentidos escondidos en nuestras melodías.

Contigo aprendí a escribir, al adornar con letras un papel en blanco en el que totalmente me descubro.

Contigo aprendí a comprender, el significado de la palabra desvelo en noches como ésta en las que mi mente repetidamente me obliga a pensarte.

Contigo aprendí a vivir, al despertar cada día y convencerme que no eres un sueño que pronto va a terminar…

Porque contigo aprendí, el verdadero placer de amar.

Amarte es mi arte

Cada segundo que pasa en esta larga e interminable noche estoy más sedienta de tus besos, mis labios te buscan desesperadamente sin encontrarte, lo que le hace inmediatamente a mi mente imaginarte, besarte suavemente hasta extasiarme, sentir que tu piel se mezcla con mi piel en la oscuridad para amarte.

Despierto, noto tu ausencia y me doy cuenta que afortunadamente la sed de tus besos es insaciable, porque mi boca nunca se cansaría de besarte.

Todo fue un sueño que se hizo realidad al finalmente encontrarte y regalarle a mi cuerpo por fin el placer de acariciarte, hasta que la ternura de nuestro amor, algún día, se transforme en arte.

Disfrutando mi soledad

A veces me alejo y me entrego a la soledad, disfruto libremente como un ave al volar, libre como un grano de arena en mi desierto y refugio temporal.

Hasta que mi mente me implora volverte a acariciar, mi boca me pide tu aliento para respirar, mis manos me obligan a volverte a tocar, mis ojos me susurran que te vuelva a mirar, mis labios me imploran que te vuelva a besar.

Me sumerjo en un mundo que te ha de extrañar y cuando te veo mi cuerpo me ruega no regresar a la soledad jamás.

El misterio de tu mirada

Me encanta perderme en los secretos que se esconden en lo profundo de tus ojos y llegar a un lugar donde nadie pueda encontrarme, sentir que soy el motor de tus pensamientos me hace sumerguir en los rincones más recónditos del universo que encierra tu mente hasta transformarme en el más común y hermoso recuerdo de tu imaginación.

Soñando despierta

Las olas golpean cuando no estás conmigo, la luna se esconde cuando no ve tus ojos, el frío de la noche me congela lentamente, entonces cierro los ojos y en mis sueños te veo... es ahí cuando tu presencia me toca con fervor y colma mi alma de alegría infinita.

Eres mi nuevo planeta

Inspiración por Pablo Neruda, reflexión de los versos más tristes

La noche está estrellada y presiento que cada estrella es una parte de ti... contemplo lo maravilloso del cielo placenteramente, me concentro en buscarte en la inmensidad del universo hasta encontrarte y llenarme de tus más dulces y conmovedoras fantasías.

En la soledad miro hacia el infinito hasta alcanzar la paz interior que anhela mi ser, porque tú representas el todo en medio de la nada oculto en la oscuridad del espacio.

Escarbando en mi subconsciente

Mi mente se escapa entre mis pensamientos para recrear tu imagen, mi alma se vuelve tangible con tu presencia, la profundidad de tu mirada me hace imaginar la eterna tranquilidad en mi existir, hasta que llego a ella observando que tu apariencia se desvanece en en el umbral de mi inconciencia convirtiéndose en realidad.

El sentimiento Perfecto

Amanecerán mis labios en tus labios, sentirás en la intimidad un ligero calor producto de mi presencia, escribiré poemas en tu piel con mis besos, porque eres la luz que enciende mi inspiración, porque el amor no es sólo una ilusión, es, simplemente...el sentimiento perfecto.

Vagando en tu mente

Quisiera perderme en tu mente y observarme a través de tus ojos, sólo así traspasaría la frontera de la realidad para experimentar la explosión de las más bellas sensaciones mutuas escondidas en una simple "mirada".

No es sólo un atardecer

Al ponerse el ocaso observo tu silueta esconderse junto al sol, lo que me hace añorar un nuevo día en el que la magia de la naturaleza se funda con la intensidad de tu cuerpo, esto me hace pensar que un mundo inconforme sí existe el atardecer ideal.